Enfermedad degenerativa de disco y hernia discal: Diferencias en diagnóstico y tratamiento
Hay muchos tipos de dolores de espalda, de cuello, lumbar e incluso de piernas que muchas veces no sabemos el nombre exacto que tienen, por qué ocurren o cómo tratarlos. Hoy vamos a ver la diferencia entre una hernia discal y una enfermedad de disco degenerativa, porque no son iguales y a veces se tienden a confundir, pero no es complejo diferenciarlas, ya que la hernia de disco se da cuando el disco intervertebral acaba roto, esto ocasiona que el líquido raquídeo, que tiene forma gelatinosa, acabe esparcido, dejando sin protección al a s vértebras, aunque hay muchos tipos dependiendo el lugar en que ocurre y el tamaño de la rotura.
Por otro lado, la enfermedad degenerativa de disco es cuando los discos intervertebrales se desgastan, esto puede pasar simplemente con la edad, con lo cual no podría considerarse una enfermedad en sí, los discos pierden fuerza y resistencia, lo que hace que nos pongamos más rígidos. Pero este caso también puede pasar con personas de incluso 20 años, por lo que la diferencia clara entre hernia de disco y enfermedad degenerativa de disco, es que, si se repite constantemente los dolores en la columna y vértebras, probablemente sea un problema degenerativo.
Diagnósticos y tratamientos
En cuanto al a hernia de disco, lo normal es que te trate un experto que pueda hacerte un tac o una radiografía para ver dónde está concretamente la lesión y cuán grave es. Después de eso es posible que pueda curarse con fisioterapia y medicinas, aunque muchas veces se tendrá que pasar por quirófano si el caso es más grave.
No es muy diferente de diagnosticar la enfermedad degenerativa de disco, con la diferencia de que quizá tengas que esperar a que te pase más de una vez para que lo hagan. Aunque si se sabe lo que buscar, en una radiografía se deberían ver bien si los discos están perfectos o por el contrario están desgastados, lo que ocasiona después la hernia.
Para saber si presentas esta enfermedad debes tener en cuenta si el dolor aumenta cuando estás mucho rato sentado o sentada. Si este dolor se calma al andar o al correr, pero sigue volviendo cuando te sientas, es que probablemente tengas algún problema, por lo que deberías revisarlo para confirmarlo o para que no vaya a más. Todos estos síntomas, aunque más frecuentes con la edad, se pueden dar en cualquier persona.