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Cómo distinguir entre hernia discal, ciática y dolor lumbar

Cómo distinguir entre hernia discal, ciática y dolor lumbar

Está claro que si por algún casual, olieras a humo en tu casa, no lo ignorarías y ya está, buscarais el origen e intentarías saber qué está pasando. Pues lo mismo pasa con nuestro cuerpo, cuando empieces a notar algún síntoma de dolor, si se ignora lo único que puede causar es que se acabe quemando todo. Pero claro, hay que saber el origen, qué es exactamente lo que ocurre, por eso es importante saber diferenciar entre dolor lumbar, ciática y hernia discal, porque algunas son menos graves, pero todas se pueden complementar.

La ciática

Este dolor viene habitualmente de una hernia discal, el dolor que sentirás irá desde las nalgas y repercutirá en una o ambas piernas. Esto es porque el nervio ciático se ha visto afectado, el roce entre vértebras y nervios ha llegado hasta ahí, por lo que el dolor puede ser bastante intenso.

Dolor lumbar

Es conocido por “lumbago” y es un mal muy generalizado, de hecho, se estima que el 80% de la población mundial lo va a acabar sufriendo en algún momento de su vida, es tremendo.

Es fácil de identificar porque limita mucho la movilidad, normalmente la espalda se queda rígida y cualquier leve movimiento es una agonía total. Es importante acudir al quiropráctico para que libere esta tensión. Si el dolor no se va en un mes o vuelve, es posible que se tenga una lumbalgia crónica, pero esto lo diagnosticará un especialista.

Este dolor puede venir por muchas razones, por ejemplo, si tienes un mal hábito de postura, tanto de sentarte como de dormir. También puede venir ocasionado por sobrepeso o por una presión intensa al coger algo que pese demasiado.

Hernia discal

Es la más importante de las tres, ya que viene dada de la rotura del disco intervertebral, con lo que es más complicado de curar, al dejar sin protección a las vértebras, estas rozan y chocan provocando un dolor agudo que como hemos visto, puede repercutir a otras partes del cuerpo, por lo que es importante que se acuda a un médico lo antes posible, sobre todo porque hay algunos casos en los que se deberá pasar por una operación para reconstruir el disco.

Aunque es la última de las opciones que deben escogerse, ya que se estima que al menos el 40% de estas operaciones acaba saliendo mal, no acaba sirviendo y vuelve a aparecer el dolor.

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